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viernes, 2 de junio de 2017

Un día cualquiera

A veces, muy pocas veces,
bajo de mi torre de marfil
y me visto de persona normal.
Salgo de paseo, voy a comprar,
y a veces deseo
un bikini de esa tienda tan bonita
con su escaparate de luces.

Sigo caminando, no me distraigo, y recuerdo esa austera
lista que he escrito antes de salir de casa:
"Aceite, huevos, manzanas, fresas
melocotón, plátano, uva,
jamón york, queso, ternera".
Y así sigue, y sigue, y sigue
mientras la música de fondo me desespera.
Al final compro más de lo esperado
y me mira recelosa la cajera.

Pero yo no estoy aquí. Yo estoy lejos, muy lejos
En el traje de luces de aquel escaparate
Lo he robado y soy torera
De sonrisas, de nubes
De la luna y las estrellas
Estoy combatiendo gigantes
Con mi amiga Dulcinea
Le gusta el falso yelmo brillante
que gira sobre mi cabeza.

O más bien, me estoy preparando para un baile
en un castillo de una ciudad francesa.
Allí conoceré a mi amante.
Allí todos alabarán mi belleza.
"¿Y tu marido?" Indispuesto
Prefería el reposo a la fiesta

Seré un insecto - hombre, un hombre - insecto
Seré el Orfeo de Niebla 
Una princesa, una Sybil Vane o Melibea
Me harán olvidar que al otro lado
de esa caja impaciente
hay un cliente esperando
y un ticket, sonriente.

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