donde se nos ha detenido el tiempo
a las seis y veintisiete (nunca sabremos
si de la tarde o de la mañana).
Aquí no hay trapos sucios
porque no los enseñamos.
Esta es su casa de ensueño
y así se la vendemos.
Aquí vivimos
en instantáneas y vídeos.
No rigen las leyes físicas
del espacio y del tiempo.
Usted contemplará
flamantes gemelos bronceados
rebozarse en la piscina.
Aquí siempre hace sol,
aquí solamente hay risas.
Nadie graba
los cuartos abarrotados,
polvorientos, porque no cuadran
con la imagen del programa.
No van con nuestra filosofía.
Necesitan una capa de esmalte.
Brillante y rojo.
El monstruo que gruñe
en las entrañas del tiempo.
Ese monstruo
tiene hambre.
Está escondido, y está solo.
Detesta los focos,
y los relojes sin pilas.
Tiene la piel blanca
llena de grietas,
y los ojos negros
llenos de dolor.
¿Quién será el que libere al monstruo
de ese hogar interrumpido?
Volveremos después de la publicidad.
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