Vistas de página en total

6478

domingo, 18 de abril de 2021

Glosa posmoderna a Le Chat, de Charles Baudelaire

Viens, mon beau chat, sur mon coeur amoureux;
Retiens les griffes de ta patte,

Et laisse-moi plonger dans tes beaux yeux,

Mêlés de métal et d'agate.


Yo no soy una verdadera poeta

–síndrome de la impostora, lo llaman–.

Yo no soy la proclamadora de la modernidad poética. 

No compongo himnos épicos ni duraderos, 

ni agradables canciones, ni soberbios cuadros. 

Yo no sé ni lo que hago. 

Por eso, cuando me asomo a esta verja ajena, 

y sigilosamente, me acerco, 

el gato blanquinegro rehúye mi contacto. 

Sí atisbo, no obstante,

un instante sucio del verde vidrio de sus ojos. 

Pura supervivencia felina. 


Lorsque mes doigts caressent à loisir
Ta tête et ton dos élastique,
Et que ma main s'enivre du plaisir
De palper ton corps électrique,

"Si es salvaje, no se dejará acariciar" – escucho a mi lado. 

¿Qué significa "domesticar"? 

¿Es un eufemismo especista para "domar"?

¿Por qué nace en mí ese supremacista instinto 

de tocar a este ser sin su consentimiento? 

El gato no ha solicitado mis caricias, 

ni mi cariño, ni mi lástima, ni mi conmiseración. 

¿Qué significa ser "salvaje"? ¿Por qué demonizamos 

todo aquello que no comprendemos, que no podemos

subyugar a nuestro dictado, todo aquello que difiere?

Deseo sentir su pelaje apanterado, su lomo 

de tigre en miniatura –otra vez, lo he tratado como 

un juguete, como una mascota–. 

No puedo hacerlo. No debo hacerlo. 

No va a permitirlo, ni debe. 


Je vois ma femme en esprit. Son regard,
Comme le tien, aimable bête
Profond et froid, coupe et fend comme un dard,

Et, des pieds jusques à la tête,
Un air subtil, un dangereux parfum
Nagent autour de son corps brun.

No sé cuál ese peligroso aroma que exhalas 

No sé por qué tú, y una mujer negra, sois bestias 

La humanización de la bestia, la bestialización del humano

La antropologización de todo 

Una mirada tan seductora como terrible 

compartes con la exótica amante del poeta francés. 

Yo no soy un gato. Yo no soy una flor. 

Yo no soy una bestia. Me niego a ser o ángel, o demonio.  

O santa, o puta; Nazaret, o Magdala. 

Sin antropología no existe la metáfora 

Sin posicionamiento no existe el poema 

Ningún texto, ninguna intervención, 

ninguna voz, ningún guiño

puede ser neutral. 


Así que esta glosa no era posmoderna después de todo. 

Y entonces, ¿qué es lo que acabo de escribir? 


Siempre que escribo, pensando que voy a encontrar respuestas, 

ellas afloran y se disfrazan, se marchan esquivas. 

Como un gato. En forma de signo de interrogación. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario