Viens, mon beau chat, sur mon coeur amoureux;
Retiens les griffes de ta patte,
Mêlés de métal et d'agate.
Yo no soy una verdadera poeta
–síndrome de la impostora, lo llaman–.
Yo no soy la proclamadora de la modernidad poética.
No compongo himnos épicos ni duraderos,
ni agradables canciones, ni soberbios cuadros.
Yo no sé ni lo que hago.
Por eso, cuando me asomo a esta verja ajena,
y sigilosamente, me acerco,
el gato blanquinegro rehúye mi contacto.
Sí atisbo, no obstante,
un instante sucio del verde vidrio de sus ojos.
Pura supervivencia felina.
Lorsque mes doigts caressent à loisir
Ta tête et ton dos élastique,
Et que ma main s'enivre du plaisir
De palper ton corps électrique,
"Si es salvaje, no se dejará acariciar" – escucho a mi lado.
¿Qué significa "domesticar"?
¿Es un eufemismo especista para "domar"?
¿Por qué nace en mí ese supremacista instinto
de tocar a este ser sin su consentimiento?
El gato no ha solicitado mis caricias,
ni mi cariño, ni mi lástima, ni mi conmiseración.
¿Qué significa ser "salvaje"? ¿Por qué demonizamos
todo aquello que no comprendemos, que no podemos
subyugar a nuestro dictado, todo aquello que difiere?
Deseo sentir su pelaje apanterado, su lomo
de tigre en miniatura –otra vez, lo he tratado como
un juguete, como una mascota–.
No puedo hacerlo. No debo hacerlo.
No va a permitirlo, ni debe.
Je vois ma femme en esprit. Son regard,
Comme le tien, aimable bête
Profond et froid, coupe et fend comme un dard,
Et, des pieds jusques à la tête,
Un air subtil, un dangereux parfum
Nagent autour de son corps brun.
No sé cuál ese peligroso aroma que exhalas
No sé por qué tú, y una mujer negra, sois bestias
La humanización de la bestia, la bestialización del humano
La antropologización de todo
Una mirada tan seductora como terrible
compartes con la exótica amante del poeta francés.
Yo no soy un gato. Yo no soy una flor.
Yo no soy una bestia. Me niego a ser o ángel, o demonio.
O santa, o puta; Nazaret, o Magdala.
Sin antropología no existe la metáfora
Sin posicionamiento no existe el poema
Ningún texto, ninguna intervención,
ninguna voz, ningún guiño
puede ser neutral.
Así que esta glosa no era posmoderna después de todo.
Y entonces, ¿qué es lo que acabo de escribir?
Siempre que escribo, pensando que voy a encontrar respuestas,
ellas afloran y se disfrazan, se marchan esquivas.
Como un gato. En forma de signo de interrogación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario